En la caseta de la editorial Mundo Negro, en la feria del libro de Madrid de 2021, me comentaron que el libro era una recopilación de leyendas africanas recogidas por misioneros e impresas por dicha editorial (por ello, tal vez, tengan un regusto europeizado).
Como toda fábula, lleva un mensaje o consejo (lectura tanto para niños como para adultos) con un lenguaje sencillo, una estructura sencilla y un consejo razonable.
La sabiduría africana transmitida a través de 47 fábulas. Cada una de ellas encierra en sí misma una enseñanza práctica sobre los valores y los defectos humanos: el honor, la amistad, la fidelidad, la vanidad, la envidia, el egoísmo, la astucia, el miedo…
Las fábulas recogen la sabiduría de los pueblos y las enseñanzas prácticas de la vida. Es por esto que en África las fábulas no se relatan solo para deleitar, sino también, y sobre todo, para educar.
No se cuentan muchas a la vez, ni cualquiera puede ser el narrador. El marco apropiado es la noche, junto al fuego. Un anciano es el encargado de narrar; un anciano con experiencia de vida y con autoridad moral.
En su sencillez y por su profundad, las fábulas nos acercan a valores, actitudes y modos de relacionarse que tienen una vigencia universal.
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