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jueves, 30 de junio de 2022

MORIR DESPACIO, de Alexis Ravelo

 


Vuelve Eladio Monroy, el antihéroe de esta saga de novela negra; no es investigador ni policía, si marino retirado, con una pensión que complementa con encargos que debe indagar -un dinero sin declarar a hacienda-, asuntos que, si en un principio parecen sencillos, se complican con el avance de las pesquisas; tramas comprometidas y más bien turbias. De personalidad vulgar y culta, deslenguado, grosero y cabal, con experiencia tórrida,...

Alexis Ravelo (escritor canario) atrae al lector con una acción directa y el suspense necesario; aplica un lenguaje corriente, vulgar, pero con la suficiencia de un conocimiento considerable, como el mismo personaje. Con tramas muy dentro de nuestra sociedad y nuestro siglo, un reflejo del sentimiento del ciudadano de a pie.



La acción de Morir despacio arranca cuando Ernesto Barroso, saca a Eladio Monroy de su retiro al pedirle que investigue acerca de las circunstancias del suicidio de su hijo Víctor, informático free lance que hacía trabajos para un periódico digital. El exmarinero no tardará en descubrir que la muerte del joven no está tan clara como afirma la explicación oficial y que no es la única víctima vinculada a una trama de corrupción que casi toda la ciudad conoce pero nadie denuncia. 
Grupos de seguridad que se reconvierten en empresas de servicios de comedores escolares para obtener subcontratas compradas directamente a políticos sin escrúpulos y propietarios de medios de comunicación que venden su silencio al mejor postor conviven en esta novela con líderes de sindicatos minoritarios y periodistas que aún creen en la ética. En un contexto de asalto al Estado del Bienestar por parte de los poderes económicos, Eladio Monroy se topará de frente con una realidad ante la cual habrá de preguntarse si realmente vale la pena tomar partido. 


Tras el inesperado éxito de su primera novela, Tres funerales para Eladio Monroy, en 2006, Alexis Ravelo prolongó durante dos títulos más (Solo los muertos y Los tipos duros no leen poesía) las aventuras y desventuras de este singular personaje violento y sentimental que vive en la calle Murga y complementa con pequeños encargos no del todo legales su exigua pensión de jefe de máquinas retirado. Amenidad, intriga, reflexión y humor son ingredientes habituales de esta serie de novelas negras ambientadas en Gran Canaria y muy vinculadas a su realidad social. Las novelas anteriores de la serie han conseguido captar un sinnúmero de seguidores, son leídas habitualmente en numerosos centros educativos y han recibido el elogio de la crítica especializada, todo lo cual ha situado a su autor entre los más destacados novelistas de su generación.

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