CORREO ELECTRÓNICO

lunes, 4 de abril de 2011

PARÁBOLA DE LA CHAQUETA

Un sastre parió entre sus manos una chaqueta y la expuso en el escaparate de su tienda. Todos y cada uno de los viandantes quedaban prendados de dicha obra de sastrería. Aquellos que poseían dinero, en sus cuentas corrientes o en sus tarjetas de crédito, entraban decididos a llevársela; se la probaban  con la voluntad de apropiarse de ella; pero, a pesar de su disposición y economía, no lograban que le encajase con lindeza en su cuerpo; a unos, les quedaba larga; a otros, corta; a unos, le sobraba manga; a otros, no le llegaba; a unos, demasiado ancha de talle; a otros, estrecho; a unos; no le favorecía el color, … a otros les caía haciendo arrugas, … al observase en el espejo de la sastrería, el espejo les devolvía su imagen con la chaqueta ¡y a más de uno no le gustó esa visión!; salir de la tienda y olvidarse del reflejo del espejo, constituía su interés más inmediato.

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