CORREO ELECTRÓNICO

jueves, 7 de julio de 2011

SGAE

Que si sí, que si no; que si patatín, que si patatán; que si presunción de inocencia; que si elecciones a repetir; que si los de la ceja; que si existe veneno mundano contra la SGAE por hacer del español un contribuyente a través del canon en productos, reproducciones, bodas, bares, celebraciones, recitales por y para…
Si esto fuese así, si después de la presunción de inocencia llegase una sentencia condenatoria, una sentencia de culpabilidad, si esto fuese así, nos llevaría a la máxima de “que el que no corre, vuela”, o vulgarmente también podríamos barruntar lo de “gilipollas el último”.
La picaresca española siempre haciendo mella en la sociedad; el tocho mocho, el timo de la estampita campea en algunas esferas de poder. La saca, con la cuál Cruz y Raya nos divertían en sus parodias, es una saca real no figurada; día tras día nuevos casos, nuevas gentes, nuevos acontecimientos que nos hablan de la saca en la que se encuentra el dinero del ¿tonto?, el placer del ¿listo? y la avinagrada mala leche del peatón español, ése que ni pincha ni corta pero que contempla mudo de rabia como un halo de mierda surge aquí y allá, donde mentes y cuerpos privilegiados viven en beneficiosa deshonestidad.
Si esto fuere así,… un caso más en el panorama español.
Si esto fuere así,… ¿desdibujaremos la sociedad española, la democracia, la política y al político, al que ocupa el poder, cualquier poder, al vecino de turno, al mismo amigo, a la propia familia? ¿De quién fiarse, si nos la dan con queso cada dos por tres?
Aunque, claro, siempre queda la repulsa, el titular de una o varias manifestaciones, concentraciones, sentadas, huelgas,… de las que se hacer acopio por algunos otros que salen en defensa y entendimiento de las dichas demostraciones, aunque estén en el ajo o punto de mira de la crítica. Una parodia, dentro de la propia picaresca.
¡Y cuidado!,… si cualquier proceso o procesos, sea el caso que sea, las declaraciones, las pruebas,… se practican mal o hay grietas en ellas, el pecador deja de ser pecador, deja de ser presunto… ¡y aquí no ha pasado nada!
Ojalá este nuevo titular no se sume a los casos de corrupción acaecidos en estos últimos tiempos. Demos tiempo al tiempo y la justicia dirá. Amedrentemos nuestra mala leche, hasta la no presunción.

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