Hace ya algunos años, entre sonrisas y comentarios desenfadados, un colegilla, como el que no quiere la cosa, comentó que por qué España tenía tanto ahínco en unirse a la UE, que nos vendría mejor hacerlo con África y demás, unas tierras cercanas y entre las cuales estaríamos a la cabeza, siendo verdaderamente de los grandes en dicha coalición ¿tercermundista? El dicho tenía su gracia y sonreí ante la ocurrencia. El tiempo ha transcurrido y día tras día hemos comprobado como España subió al carro de la UE, teniendo sus momentos buenos y un desarrollo aceptable, mas nunca ha conseguido ser, ni en sueños, del eje de poderío alemán-francés, aunque el sueño, en excepcionales ocasiones, parecía hacerse realidad, un sueño un tanto efímero, aunque demos por válidos los resultados obtenidos. España y una Europa confederada.
Hoy, ante las crisis europea, ante la desestabilidad económica, se plantea el desangelado futuro al que deriva dicha confederación sin demasiados atributos que la hacen vulnerable y donde opiniones discrepan o señalan a ciertos miembros que no cumplen o no desarrollan los aspectos necesarios para el equilibrio del bienestar y poder de la economía del euro. Todos en un mismo cajón, pero con finanzas no comparables. Una saca de agujeros endemoniadamente difícil de zurcir.
Tal vez, el modelo actual de una Europa confederada, estructurada con criterios para pertenecer a ella como país miembro (demócrata, mercado europeo, política monetaria y económica), se quede corto, desangelado ante una problemática como la crisis actual.
No podemos hablar de una UE unitaria por tener varios países miembros o por la unificación a través de la moneda, pues los estados miembros sólo son eso <<estados miembros con un margen de maniobra personal, soberano, con opiniones a veces equidistantes y con ejecución de ideas no asumibles en la colectividad, cada cual a lo suyo, con su propia “soberanía">>
Al tener el euro como moneda europea, no se establece la devaluación de la moneda según el desarrollo económico del país, como ocurría con la peseta, la lira, el franco,…
Al ser el euro, la moneda europea, los países miembros pueden aprovecharse de dicha moneda, de sus reservas, de su desarrollo,… del dinero en euros de los países contribuyentes.
Tal vez, el modelo de una Europa federal, dando más poder a su parlamento, igualara el trabajo en pos de un mismo planteamiento o desarrollo, gestionado y fiscalizado por la UE y no por miembros soberanos con negligencia o indolencia política.
Se comenta, se pone en tela de juicio la UE confederada frente a la UE federada como único modelo para que no surjan dichas desavenencias. Así todos y cada uno de los países miembros realizarían sus deberes y con el esfuerzo requerido con una estipulada obligatoriedad que recaería en el parlamento europeo.
Alguno insinúa el volverse a casa. ¿Y volver a la “normalidad” de tiempos pretéritos? ¿O, tal vez, a una adhesión con las tierras africanas y empezar un nuevo proyecto, como insinuó mi colegilla? ¿La alianza de las civilizaciones no será una tercer o cuarta propuesta, o sí?
En un futuro, comprobaremos cuál es el resultado, deseado o señalado por nuestros políticos y su margen de ¿optimismo?
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