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viernes, 25 de noviembre de 2011

EFEMÉRIDES

Hoy, día contra la violencia de género.


(Entiéndaseme bien)

En España, hay muchas efemérides, nos gusta festejar más que a un pueblo a su santo patrón; al paso que vamos, festejaremos algo por día del año, coparemos los trescientos sesenta y cinco días.
Día de la Paz, aunque España venda armas, aunque al momento de soltar una paloma en su grato vuelo hacia el cielo, le metamos un “hostiazo” al compañero de al lado.
Día del Padre y de la Madre, aunque las familias estén desestructuradas y no exista padre, madre o perro que le ladre.
¿Día de la familia?
Día de la república, aunque los monárquicos no sepan que no son monárquicos y que la rutina les deja en moderación equivocada.
Día del maestro, funcionario al cual se le “putea” social y económicamente, no en la lengua de las mariposas, sino de los políticos.
Día del orgullo Gay. Menos mal que éstos se lo saben montar (en carrozas) y meter ruido (en color rosa)
Día del obrero. ¿Día del parado?
Día del, día del, día del.
Volvamos al hoy: Día contra la violencia de género.
A mí me explicaron que el género podía ser masculino y femenino; por lo que el maltrato al hombre también debiera ser violencia de género. ¿Tendrá que buscarse otro día para su efeméride los hombres maltratados?
No, no me río, el tema no me hace ninguna gracia, pero no entiendo que sólo exista un tipo de maltrato por mediación de una ley política que discrimina al hombre de la mujer. Debiera estar castigado cualquier abuso. ¡No a la violencia, venga de donde venga y sea de quien sea!
¿La violencia de género es originada por el machismo?
Si machismo viene de macho, por qué utilizar una palabra derivada de la palabra macho como significativa de lo malo malísimo que es el macho machista.
¿Machista, no; feminista, sí?¿Por qué el maltrato a la palabra, a una palabra frente a la otra? ¿Por qué nos gusta tanto conceptualizar, definir y clasificar? ¿Por qué los políticos de turno juegan a dioses, jueces, catedráticos, lingüistas, intelectuales del don y de la palabra y del concepto sexo?
¿Existen más mujeres que hombres? ¿Las mujeres suman más votos? ¿Las mujeres se preocupan más por los líderes políticos? ¿Podrían considerarse votos cautivos por estos desplantes al hombre y a la adjetivación de las dolencias machistas del hombre?
Es hora de que cada uno de nosotros responda a cada una de estas preguntas y experimentemos una verdadera igualdad en sexo, actos y palabras; y que éstos y éstas no vengan definidos con vulgaridad por los vulgares políticos que polemizan éste y otros temas, para perjuicio de la realidad y la totalidad de los ciudadanos.

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