CORREO ELECTRÓNICO

domingo, 18 de mayo de 2014

TEORÍAS

Creo que va siendo hora que se revisen ciertas teorías (psicológicas, sociales,...). Los tiempos en los que vivimos marcan la diferencia con el pasado. En el psicoanálisis se habla del complejo de Edipo y el complejo de Electra (aunque nunca lo he tenido claro, pues yo soy más del estímulo/respuesta de antiguas teorías conductistas). Pues bien, desde mis diferentes posiciones (en la enseñanza, como padre, como ente social, adulto, experimentado en el mundo y sus ajetreos), saco la conclusión que en la teoría psicoanalista ya no se debería hablar de un marcado carácter sexual. El complejo de Edipo está más entronado en un complejo de poder; se debería descartar el amor a la madre por el interés por ser Rey, Edipo Rey, rey, rey, rey,...; así ciertos individuos se lanzan a la carrera vertiginosa de manejantes políticos desde su más ¿tierna? niñez, ese ansia les lleva a la prepotencia y a creerse con el don de la organización en un mandato absolutista, donde creen tener la conciencia superior al grupo, cualquier puesto les es valido para encerrar la tolerancia y el respeto a los demás. Ya de jovencitos despuntan con su poca inteligencia, con su poco saber, con su poco dominio de la vida, en ese carroñero mundo donde las alimañas se regocijan como depredadores de la veracidad.

De la juventud se dice que es la etapa de la rebeldía. "Matar para crear". Nos deshacemos de pasado, nos sentimos autores de nuestro presente. A nuestros padres les etiquetamos como carcas, aunque nosotros usemos unos pantalones de campana que en su momento también vistieron ellos a la moda, pues las modas van y vuelven; y, aún así, de las generaciones precedentes manifestamos su marcado espíritu ancestral, según nuestro parecer, aunque dicho parecer sea disonante a la objetividad. . ¿Rebeldía? Pocos son rebeldes, sólo aquellos educados en la observación, en la reflexión y en el debate interno; los demás suelen ser caldo de cultivo de los Edipo Rey. Los Edipos Rey, en su juventud, requieren no de rebeldía, sí de sentirse superiores por encima de sus complejos; y marcan límites que desean que no sean franqueados, para ello se valen de un "es que yo... y un es que tú..." Suelen presentarse voluntarios, suelen rodearse de estómagos agradecidos,...Triunfan en una especie de campaña a base de "apostolado de cubatas" (cámbiese la palabra cubata por otros agasajos, dádivas, etc.). Intentan someter a los compañeros de colegio, de instituto, de universidad, de su grupo de colegas, también de los que no son, y, en un futuro, a los compañeros de trabajo, vecinos comunitarios,... y, tal vez, si pueden, vecinos del municipio, de la comunidad, de la nación o de cualquier organización social, política,...

De los menos favorecidos económicamente, de los denominados pobres, siempre se ha contemplado que suelen ser personas que comparten sus escasas pertenencias con los demás. Estoy de acuerdo en un 90 ó 95 %; cuanto más se tiene, más se quiere y menos se comparte, es lo que produce el jodido capitalismo al que estamos tan unidos, a pesar de sólo recoger las migajas de los pocos portentosos. Pero,... siempre hay un pero; y ese pero es el pobre que busca hacerse rico o que se hace rico. De la miseria pasa a ser miserable, aunque tal vez ya en su alma rezaba el código de la impudicia. Un Edipo Rey.

Las teorías se desbaratan y resurgen nuevas concepciones del desarrollo del humano. La herencia de siempre, pero marcada por otros complejos, complejos que portan los Edipo Rey.

Y el joven que se quiere comer el mundo y es devorado por un Saturno escondido en las almas de los canallas, los Edipo Rey.

Cuántos canallas se encuentran entre nosotros? ¿Cuántos Edipo con complejo de Rey?

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