Varios relatos cortos conforman el libro LOS PECES DE LA AMARGURA; podríamos considerar este compendio de narraciones como la base, la raíz o el punto de partida de PATRIA, colofón de la temática de la lucha armada en el País Vasco, de Fernando Aramburu.
10 historias tratadas con escritura sencilla, sin vericuetos oficiales ni políticos.
10 historias que muestran el dolor de una sociedad enfrentada sin un futuro definido hacia la paz y la aceptación.
Una sociedad que se estancó en la represión y el terrorismo, dejando tras de sí víctimas visibles de la nefasta política de actitudes intolerantes y de presión tras el miedo.
10 historias que vibran.
10 historias tras la amargura,
10 historias de víctimas de la obcecación.
Un sobrecogedor testimonio literario sobre el espinoso tema de la violencia etarra y sus derivados.
Es difícil empezar a leer las historias en principio modestas, de una engañosa sencillez de Los peces de la amargura, y no sentirse conmovido, sacudido –a veces, indignado– por la verdad humana de que están hechas, una materia extremadamente dolorosa para tantas y tantas víctimas del crimen basado en la excusa política, pero que sólo un narrador excepcional como Aramburu logra contar de manera verídica y creíble. La variedad y originalidad de los narradores y de los enfoques, la riqueza de los personajes y sus diferentes vivencias logran componer, a modo de novela coral, un cuadro imborrable de los años de plomo y sangre que se han vivido en Euskadi.
Un padre se aferra a sus rutinas y aficiones, como cuidar los peces, para sobrellevar el trastorno de una hija hospitalizada e inválida; un matrimonio, fastidiado por el hostigamiento de los fanáticos contra un vecino, esperan y desean que éste se vaya de una vez; un joven recuerda a su compañero de juegos, que luego lo será de atentados; un hombre hace todo lo posible para que no lo señalen, y vive aterrado porque todos le dan la espalda; una mujer resiste cuanto puede los asedios y amenazas antes que marcharse..., decide irse con sus hijos sin entender por qué la acosan.
A manera de crónicas o reportajes, de testimonios en primera persona, de cartas o relatos contados a los hijos, Los peces de la amargura recoge fragmentos de vidas en las que sin dramatismo aparente, de manera indirecta o inesperada –es decir eficaz–, asoma la emoción y, con ella, la denuncia y el homenaje.
FERNANDO ARAMBURU IRIGOYEN
Nació en San Sebastián en 1959. Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza y desde 1985 reside en Lippstadt, localidad alemana donde trabaja como profesor de español. Sin embargo, la distancia geográfica no es obstáculo para que Aramburu tenga una creciente presencia en los medios españoles, con habituales colaboraciones en diarios y revistas. Está considerado ya como uno de los narradores más destacados de su generación. Es autor de los libros de cuentos Los peces de la amargura (2006, XI Premio Mario Vargas Llosa NH, IV Premio Dulce Chacón y Premio Real Academia Española 2008) y El vigilante del fiordo (2011), así como de novelas como Fuegos con limón (1996), Los ojos vacíos (2000, Premio Euskadi), que junto con Bami sin sombra (2005) y La gran Marivián (2013) conforman la «Trilogía de Antíbula», El trompetista del Utopía (2003), Viaje con Clara por Alemania (2010), Años lentos (2012, VII Premio Tusquets Editores de Novela y Premio de los Libreros de Madrid) y Ávidas pretensiones (Premio Biblioteca Breve 2014). Pero ha sido su novela Patria, de apabullante éxito entre los lectores y merecedora de unánime reconocimiento ya internacional (Premio Nacional de Narrativa, Premio de la Crítica, Premio Euskadi, Premio Francisco Umbral, Premio Dulce Chacón, Premio Arcebispo Juan de San Clemente, Premio Strega Europeo, Premio Lampedusa, Premio Atenas…), la que lo ha situado como un escritor llamado a marcar época. Suyos son también los recientes Autorretrato sin mí, tal vez su libro más personal y hermoso, y Vetas profundas, un volumen de celebración de la poesía.
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