Tal
vez, la expresión que la defina sea
Su
carismático y rancio abolengo,
Su
mirada activa,
Sus
labios deseados,
Su
pelo corto,
Esos
zapatos “acharolados”,
El
negro en su vestir,
Su
insegura dulzura.
Pasea
digna entre las estrías de la vida,
Con
la serenidad y complacencia
De
una diosa, de una madre.
De
ojos saltarines,
De
tez blanca.
Se sonroja.
Ella es mujer.
Y
los miedos enredan cual telaraña
Su
pensamiento.
Y
su sencillez aborta los tópicos sociales.
Pasaría
desapercibida en una competición de justas,
Mas
allí está,
Entre
la multitud,
Desconocida,
Integrada
en el puzle,
Mas
siendo una pieza única.
Ella
es.
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