Se habla de la
obligatoriedad de pagar que tenía que tener la iglesia con respecto al ibi
(impuesto de bienes inmuebles); es decir, que no estén exentos y que paguen
como cualquier hijo del vecino por sus casas y locales.
En verdad, que no sé por qué
las casas particulares de la iglesia, de sus sacerdotes, no pagan dicho
impuesto, pues son casas como las de los demás y ocupan terreno como el que
más; en verdad, que sin esforzarse demasiado en los pensamientos y reflexiones
parece algo lógico, partiendo de la premisa del “todos o ninguno”.
Hasta el momento, el asunto
o la propuesta de que paguen es sencillamente comprensible.
Ya en su momento, S XVIII /
XX, se realizó la llamada “desamortización de Mendizabal” que consistió en
sacar a subasta pública las tierras que se expropiaron a la Iglesia Católica y
órdenes religiosas.
Bien está que no se deje
tierras en manos muertas como en las de la iglesia en su momento, pero (siempre
hay un pero), ¿por qué no se expropiaron las de los nobles o es que las de
éstos no eran tierras en manos muertas?
Bien está que paguen el
impuesto de bienes inmuebles todas las casas y locales de la iglesia, pero (siempre
hay un pero), ¿también las iglesias, parroquias, catedrales, como lugares de
culto? y, en el caso de las catedrales y museos, ¿a pesar de ser patrimonio
artístico? ¿Por qué no pagan las sedes de los partidos políticos y sindicatos?
¿Por qué reciben subvenciones dichos partidos políticos y sindicatos aunque
muchos de nosotros no estemos sindicados?
Teniendo en cuenta la labor
de algunos organismos institucionalizados políticamente que están muy por
debajo de algunas entidades de origen religioso en ofrecer atención al que lo
necesita, ¿por qué meternos con unas y olvidarnos de las otras?
La vara de medir siempre
tiene dos filos. Si uno se da cuenta que se utiliza uno de los filos para unos
y el otro filo para los otros, no será reflexivo, no será justo, no se mostrará
como equidistante, pues los pobres de espíritu, ésos que se hacen llamar
progresistas del momento dirán que a estas conclusiones has llegado porque eres
de derechas. Si dices lo contrario, serás de lo más de lo más.
¡Una manera más de rizar el
rizo y de buscar tres pies al gato! ¡El hombre y sus absurdos legales!
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