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sábado, 28 de diciembre de 2013

LA LECTURA. FÁBULAS, LITERATURA CLÁSICA.

LAS FÁBULAS. Cuentos con moraleja.
Aseverar que en la sociedad actual y en el momento presente apenas existen valores no es de justicia con los tiempos actuales, pero sí es cierto que se encuentran un tanto adormilados y tal vez “oxidados” y que ciertos valores los hemos considerados caducos por tiempos pasados; mas los valores humanos no tienen caducidad, por lo que antiguos o clásicos, al servicio de la humanidad, y los modernos, por los avances sociales, pueden y deben convivir en conjunción.
Posibles fuentes de valores: las religiones, cuentos populares, dichos populares, fábulas, las transversales de la LOGSE que hoy se encuentran insertas en los libros de texto, como la defensa del medio ambiente, la educación sexual,… las normas de cortesía y civismo, a veces no recogidas, pero sí trasmitidas de generación en generación,…
Tenemos el derecho y el deber de educar a nuestros hijos, alumnos, nietos,… bajo dichos criterios de honestidad general, desde su más temprana edad; y podemos hacerlo con libros, con cuentos, con fábulas, desde las fábulas clásicas griegas (Esopo), hasta los cuentos actuales con moraleja, pasando por el francés Jean de la Fontaine y los españoles Félix Mª de Samaniego y Tomás de Iriarte.
Una fábula es una pequeña y corta narración, generalmente con animales de personajes, que acaban con una sentencia, consejo o moraleja.
De todos es bien conocido “el cuento de la tortuga y la liebre”. La liebre reta a la tortuga a una carrera. Iniciada ésta, la liebre considera que su veloz carrera le permite dormir la siesta; al final, la tortuga, pasito a pasito y con tesón, llega a la meta la primera. Un tesón, un esfuerzo que da resultado en… un examen de matemáticas, por ejemplo.
“El Lobo Lobate convence al Cabrín Cabrate  para que se acerque, pues es día de ayuno y abstinencia”; mas al acercarse el Cabrín Cabrate, el Lobo Lobate se lo zampa, pues según el Lobo Lobate, cuando hay hambre no hay pecate. La vida misma nos habla de racionalizar las cosas y, aunque no hace falta ser desconfiado, sí prevenido y no caer en las argucias de otros.
Pedro el mentiroso” o “Pedro y el lobo”. ¡Qué viene el lobo! ¡Qué viene el lobo! ¡Qué viene el lobo! La travesura y el engaño a sus vecinos con “que viene el lobo, que viene el lobo, que viene el lobo” le costó a Pedro el rebaño, pues cuando de verdad llegó el lobo, los vecinos no le creyeron.

¡Cuentos de fábulas!
Comparte la lectura de cuentos y fábulas con tus hijos, hazles saber que los valores existen, que no todo es un hacer por interés o materialismo y seamos ejemplo de valores andantes.



LITERATURA CLÁSICA.
Si intentar que nuestros jóvenes lean tiene su “intríngulis”, más lo tiene si pretendemos que lean literatura clásica, no por el tema en si, pues hay libros de literatura clásica cuyo tema puede seguir interesando o gustando en el siglo XXI. Realmente el choque frontal viene a ser por el lenguaje, expresiones y desarrollo expresivo de aquel entonces. También nos encontramos con un sector que considera que la lectura debe ser dirigida hacia la total actualidad, al momento presente. Tal vez, en épocas anteriores, se haya abusado demasiado de la literatura clásica para los alumnos, pero si olvidamos ésta y promocionamos la actual estamos cayendo en el mismo pecado. Lo lógico es trabajar con una y con la otra. ¿Cómo solventar el problema del lenguaje del pasado y acercarlo al momento de hoy? Esta pregunta ya ha sido contestada desde hace tiempo con las adaptaciones surgidas de ellos; y no sólo con adaptaciones narradas, también existen los cómics con los que acercarse al autor y al libro, como en “El Quijote”, de Miguel de Cervantes Saavedra.

Pongamos otro ejemplo: El Lazarillo de Tormes. Sus adaptaciones.

·         El Lazarillo” contado a los niños, por Rosa Navarro Durán e ilustraciones de Francesc Rovira, de la editorial edebé. Una estupenda adaptación para alumnos de primaria, de ilustraciones geniales y de no excesivo texto.
·              “El Lazarillo de Tormes”, adaptación de Eduardo Alonso e ilustrado por Jesús Gabán, de la editorial Vicens Vives, colección clásicos adaptados. De estupenda lectura para la E.S.O.

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